lunes, 29 de agosto de 2011
Divagaciones sobre la primacía de la cultura de las apariencias.
Pensar que ser y apariencia se identifican es el pecado narcisista de nuestra época, la idiotez y la mayor pérdida de tiempo. Sin duda un gran lavado de cerebro ejercido por toda la maquinaria mediática que limita los cimientos de la felicidad. Es una actitud hueca, superficial y exenta de contenido. Es una mierda de principio, en una situación en el que emerge un valor protagonista con poder corrosivo sobre los valores convencionales, el individuo y su derecho inalienable a realizarse. Es una personalización de lo trivial, seducido por una simbología mediática sin precedentes en nuestra historia, un proceso de hundimiento que prescinde de toda intimidad y nobleza, así nos va...
"Porque el individuo estereotipado en los mass media, cuantos mayores instrumentos de exhibición disfruta, tanto menos sustancia exhibe al reducirse a mero símbolo hueco. Su identidad se confunde con la auto-presentación que se agota en la presentación misma y cuya comunicación trasmite vacío." J.M Gómez Heras.
La primacia de la cultura de las apariencias potencia el ego, la legitimación individual sin ninguna clase de base, se centra en la valoración cuantitativa de la persona, cimenta el gilipoyismo y te garantiza ser un infeliz si actúas bajo dichos supuestos. es por eso que el grado de felicidad de la falaz sociedad de bienestar está por los suelos. Por eso la gente devora antidepresivos, carece de metas elevadas, se suicida, no muestra más valor que el de la admiración por el truco, posesión de bienes materiales y el engaño (ante todo con uno mismo).
Por eso la reflexión es un pecado de nuestro tiempo, porque lo que se dibuja y lo que se exhibe es un vacío sobre un vacío, que devora nuestra época y nuestras fuerzas. Todo ello con numerosas consecuencias evidentes, yo nombraré tres:
La primera es que el nivel educativo y formativo es lamentable, y la sensibilidad se queda en un pequeño taco de madera. La segunda es que nos hemos tragado que nuestra civilización es avanzada y elevada. Y la tercera es la aniquilación de la práctica totalidad de los valores, sustituidos por una promesa de felicidad implícita en los objetos que compramos, y que en realidad no necesitamos. Los conocimientos técnicos/científicos de nuestra gran civilización se centran principalmente en dos factores: armamento y satisfacción del desfondado ocio occidental.
Sólo así cabe explicarse que en el planeta existan cuatro mil millones de personas en el límite de la pobreza.
Mientras nosotros intentaremos comprarnos un Audi A5 y tener un volumen de pestañas cuatro veces mayor. Porque por duro que parezca es así, nos la han clavado. Sigamos confiando en su forma de entender la vida, quiero decir la mierda. Trabajar, consumir y aparentar. Eso si, hay que ser políticamente correcto, y discutir con educación y buenas formas. Así es la vida en rasgos generales de nuestro tiempo, ríe, porque es mejor que llorar.
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4 comentarios:
Aunque estoy de acuerdo en algunos puntos que comentas en otros no puedo estarlo.
Te guste o no vivimos en la cultura de la imagen, donde una imagen vale más que mil palabras y no es que ser e imagen se identifiquen, yo iría más allá es más importante el parecer que el ser.
Pero tampoco hay que llevar esto al extremo nadie está tan totalmente vacío, bajo la apariencia se encuentra la esencia. Cada vez más ya no son las personas las que buscan identificarse con las marcas ahora son éstas las que buscan identificarse con las personas y los valores que tienen. “no es lo que tengo, es lo que soy” de Viceroy.
Los media pueden ayudar a mejorar mucho esa esencia, gracias a internet por ejemplo puedes acceder a todo tipo de música, cine, hablar con gente que está al otro lado del planeta sobre temas específicos de los que no podrías hablar con tu vecino de en frente, etc. Tu pensamiento es demasiado “Apocalíptico”, partes de la premisa de que la masa es homogénea y atontada por los medios y esto no es así.
La masa es heterogénea y entre ellos algunos con capacidad de discernir y no meros humanoides comprando y comprando cosas que no necesitan para buscar su felicidad.
¿De verdad la publicidad crea necesidades inexistentes o cubre otras más complejas que ni siquiera el individuo hasta ese momento había sido capaz de reconocer? No olvidemos que hay varios tipos de necesidades y el éxito, el reconocimiento social y la autorrealización también son necesidades aunque no están en los primeros lugares de la pirámide de Maslow . El continuo descubrimiento de éstas e intentar satisfacerlas hacen que el hombre se esfuerce en mejorar, que piense, que compita por sacar nuevos productos, nuevos tejidos para la ropa, nuevas tecnologías para comunicarse...que avance. Si todo se redujera a satisfacer las necesidades de comer, beber, reproducirse etc. nos habríamos quedado en el hombre de neandertal. Qué propones "Un mundo feliz" como el de Aldous Huxley, prefiero el nuestro.
Si no lo has leído te recomiendo “Apocalípticos e Integrados” de Humberto Eco puede aportarte otra visión.
Siento la parrafada pero me has tocado algo… de todas formas me gusta, te animo a seguir escribiendo.
Hola Rosi!^^
Vamos por puntos...
Para mi ser-parecer, conocer-reconocer, imagen-apariencia, es lo mismo. Nunca se ha vivido en una cultura esencialista, donde sólo se muestre el núcleo atómico y puro de las cosas, en eso estoy contigo. Ahora bien, los grados de prostitución de la simbología mediática actual no ha existido con tal desarrollo jamás. Y el lavado de cerebro que ello supone con la peor crisis de valores que ha sufrido occidente desde el el siglo VII a.C es resultado (en gran parte de ello).
También es cierto que ha habido avances, algunos cómo los que tu mencionas, y otros que he dejado de lado, ya sea la medicina o los medios de comunicación. Pero en general y en concreto se olvidan de motivos que deberían ser de primerísimo orden (dotar de agua potable a la población mundial por ejemplo, o no patentar una flor que se halla en la naturaleza y cura tal enfermedad, impidiendo que millones de personas que la necesitan no tengan acceso a ella ni permitan distribuir genéricos por una cuestión de patentes).
En este sentido puede que resulte apocalíptico, pues si, lo soy. Pienso que vivimos los últimos días de una cultura occidental en crisis, fatigada, carente de norte, ensimismada, irreflexiva, dirigida "masivamente", atontada por los medios y con un nivel educacional cero. Es cierto que no es TODO así, decir todo o ninguno es demasiado totalitario, pero cuando quieres hablar de una realidad mayoritaria a veces caes en incongruencias lingüísticas de este tipo...
No propongo el "soma" de Adolf Huxley, ni el anillo único de Tolkien, sencillamente me avergüenzo de muchos aspectos de mi cultura.
Me encanta que hayas escrito una parrafada, me encanta que me leas y me encanta que me animes a seguir escribiendo. Cuece y enriquece jaja.
Un abrazo enorme Rosa, desde Varsovia :)
Como trabajador para una marca con el slogan "La vida es buena", he de decir que no hablamos de personas, hablamos de usuarios. Su satisfacción es consumista, porque queremos que estén contentos con nuestros productos, con nuestro servico, que hablen bien de nosotros. ¿Para qué? Para que nos compren más en el futuro ellos u otros.
Es legítimo esto porque las empresas están para ganar dinero dando servicios o vendiendo productos. Hasta aquí perfecto.
El problema es que el mensaje ha calado en nosotros de tal manera y forma que actuamos como empresas. Queremos que nos compren. Por eso reforzamos la imagen.
¿Qué pasa cuándo nos han comprado? Dos caminos: tenemos que seguir reforzando esa imagen o podemos ser lo que somos en realidad.
Pero ¿Si fuesemos desde le principio lo que somos sin ningún tipo de reparo? ¿Nos comprarían?
Da igual porque no somos productos. Deberíamos volver a una cultura donde nosotros somos los únicos jueces de nosotros mismos.
Excelente post!,
O como digo yo: Ahora la gente prefiere que se mire lindo o bonito, aunque por dentro este bien podrido!, jejeje.
Saludos.
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