La premisa básica la encontramos en Jünger. La guerra, el dolor y el sufrimiento nos acercan al mundo, nos estrellan contra el suelo. La verdadera vivencia nunca se busca, aparece. Las fuerzas elementales emanan en las situaciones límite, que son las que nos acortan la distancia con el mundo, vivimos en la caverna hasta que salimos de ella. ¿Nos hemos vuelto locos?.
4 comentarios:
Hola Miguel,
Me alegro que hayas retomado el blog. Siempre les echo una ojeada a ver si escribis alguna cosilla. En cuanto a lo que planteas aqui, es doloroso pero cierto. Nuestra sociedad vive inmersa en una especie de eter en el que las más basicas premisas de lo que es la vida se han suavizado,embellecido,o incluso ocultado.
La vida es sufrimiento y redencion, huele a sangre, es la lucha por la supervivencia. El asunto es que nuestra sociedad hace lo posible por evitar que veamos esa realidad. Yo me pregunto ¿es más vida la de aquellos que tiene tan poco que no tiene otra cosa que la propia vida?
Espero que estes muy bien. Tengo ganas de verte un abrazo muy fuerte
See! Me alegro de tu retorno JAvi. Pues intentando recuperar el blog, lo cual me recuerda que esta entrada hace referencia también al pensamiento de Mishida, en cuya literatura se ve su frustración ante la endenble generación que le ha tocado soportar. Como buen samurai murió con honor!
el hombre sonriente es jorge, pero yo he vuelto!!!
y me niego a pensar en este valle de lágrimas como algo estéril e inútil. ¿qué tiene de malo que nuestra mente genere un sostén de realidades paralelas que suavice la perfección de la realidad?
Es más ¿qué es la realidad? Nuestra percepción externa o interna? A lo mejor la realidad es el todo, con ilusiones sociales masivas para evitar nuestra autodestrucción.
Después de todo nadie quiere morir
Ratacol no ha tardado en aparecer, le voy a sacar un abono y todo.
Publicar un comentario