Amar es el motivo de la vida, quien no ama no vive. No hablo del amor ñoño ni sentimentalón, hablo de la alegría que acompaña a la cosa amada (Spinoza). Qué triste sería pasar la vida de largo sin dar, sin compartir. El primer amor que recibí fue el de mi madre, ella me amaba antes de ponerme nombre, de saber si sería rubio o moreno, alto o bajo, yonki o premio Nobel.
En general, el amor de la madre es especial, único e intransferible. Más adelante uno conoce otro tipo de amor. El que más he sentido de forma directa y buscada es el de la amistad, la alegría desbordante del otro, que acompaña, que ríe, que comprende, que transfiere la barrera de lo biológico, la amistad de la que hablaba Epicuro, aquello que sólo los necios se atreven a renunciar ante una vida que no siempre es dulce y amable. Algunas veces he tenido la sensación de que uno se refleja en el otro, se ve a sí mismo, se contempla en la compañía cercana y se realiza. En esos momentos la vida es dulce, amable, sedosa y domable, porque no es algo ajeno a la vida, sino que la vida muestra un rostro en sintonía con el espíritu.
Cuando sobreviene una dificultad debes arrimarte más a tus amigos, pues serán de gran utilidad, forjareis unos lazos más sólidos, cargados de cruda realidad que uno mastica, con dureza y paciencia, pero también en compañía. Lo digo yo, lo dice Epicuro,lo dice Pascal, lo dice Spinoza, lo dice Nietzsche, lo dice Comte Sponville... Uno elige a sus amigos y no pueden venir impuestos o forzados, eso no sería amistad. Es discriminatorio, pues de nada sirve la cantidad de tiempo que pasemos con una persona, quizás la amemos o quizás no, ahí entran en juego otras fuerzas, más elementales, más empáticas, más ocultas, no responde exclusivamente de razones ni de motivos que puedan pesarse o medirse.
El eros, el amor poetizado a la mujer, ahora mismo se me traba. Me cansa, me cambia donde no quiero cambiar, me aburre, me asfixia y me veta. No hablo de imposición, hablo de directrices, hablo de sensibilidad (la mayoría de las veces) mal entendida o mal compartida, pero no a la par. ¿Búsqueda? ¿Esfuerzo personal? podría ser, pero ya he visto unos cuantos desfiles y me sigue devorando la misma sensación. Afectos contrariados, incomprensión, fricción, sexo y caída. Ahora prefiero "esa" soledad, sin saber si mañana pensaré lo mismo, sin tacharme de cínico por la fluctuación del sentir, esperando ver lo que ahora no veo ni tampoco siento. Queda el quehacer personal, humano, biográfico... Neocortex de la piel expresado en forma de vivencia. Relato personal, del individuo, que busca, que ansía y que no sabe. Todo ello expresado en forma de blog virtual, de vivencia personal, escupir ideas, escribir.
3 comentarios:
gran alegato por la amistad!!! gran teoría de que el amor es discriminatorio!! e ahí su grandeza!!!!!
Del amor:
Si siempre hubiese amor, no necesitaríamos a la moral. "Ama y haz lo que quieras" (esto, del obispo africano: amor, memoria y voluntad)
Los tres amores: eros/pasión, amistad y caridad.
Eros. La piel. Qué droga tú. Nunca satisfecho, siempre revolviendo el estómago y los ojos. Voluble, caprichoso. Celoso y múltiple. Bestial e irresistible. Devorador del otro y de sí mismo. Es una bengala, una explosión. Es carne y recuerdos.
La amistad se alegra en sí misma. Es más amable, más sabía. No padece porque tiene al otro, se alegra en el otro tal y como es. Lo celebra en la fiesta del encuentro o la ausencia. Entiende, escucha. Se dice y espera compasiva. A mi me recuerda a la memoria, a qué recuerdos guardar.
De la caridad he leído mucho, pero ¡qué difícil es vivirla! Amor desde y por D (d) ios. Porque estás en este mundo y existes. Excelsa, sublime, pero, ahora mismo, la veo lejos.
Sigue escribiendo. La palabra dicha es pensamiento hecho letra, digerido, tuyo. Eres más ahora que escribes, que enfocas. Me encanta leerte. Reconozco tu esfuerzo y dedicación en cada entrada.
Seguiré escribiendo, y ahora más que nunca, la palabra como vivencia vivida y plasmada, o como tú dices en tu blog, neo-córtex de la piel.
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