El lenguaje es el vehículo con el que nos comunicamos. A través de la palabra somos capaces de expresarnos, de trasmitir nuestros pensamientos, de tender un puente hacia el otro, de poder encasillar una realidad y verbalizarla para escapar de la esfera del yo. Su funcionamiento está fuera de toda duda, sino no estaría escribiendo esta entrada, es esencial y necesario para definir la condición humana. ¿Pero hasta dónde llega el poder del lenguaje? Si profundizamos en la cuestión veremos que el lenguaje tiene un límite, que en ocasiones nos faltan palabras para relatar lo que a uno le puede acontecer en un momento o situación. Hay muchos elementos que pueden producir "ruido"en la acción comunicativa, pero no voy a detenerme en este asunto.
Hoy quería sacar a la luz el problema de los conceptos. ¿Qué es amar?¿Qué es ser feliz? ¿Qué es el arte? ¿Qué son las cosas? ¿Qué es la ciencia? ¿Qué es la tristeza? ¿Qué es la envidia? ¿Qué es la generosidad? Podemos atribuir una montaña de palabras para explicar todo lo nombrado, y aún así no sabremos de qué estamos hablando, como mucho nombraremos propiedades, sentimientos de lo expresado, pero no daremos en el clavo... Lo que sucede aquí no es un problema del lenguaje en sí, sino que nos creemos las cosas que nombramos. La palabra no es tan capaz de encerrar las vivencias, y el concepto constriñe a la vida dejando siempre algo fuera de sí. El amor no existe más que en la forma en que tú la vives, la felicidad no existe más que en la forma en que tú la vives, y lo mismo sucede con la amistad, la afinidad y una lista que no encontraría fin. A la ciencia le pasa mucho más de lo mismo, la velocidad en sí no existe, tampoco el concepto de gravedad, aceleración, electricidad... Es cierto que somos capaces de enviar cohetes a la luna y de poner satélites en órbita, no quiero renegar de todos los logros que nos ha propiciado dicho conocimiento. Lo que intento poner de relieve es que aceptamos una realidad y asimilamos unos conceptos como medio para nuestro funcionamiento rutinario, pero más allá de eso no hay más que "nomos" o "logos", es decir, palabra. La cuestión se discutió durante casi cinco siglos en la edad media, ¿Son las cosas reales o simples nombres?
Desde mi punto de vista la realidad es vivida, pero la nombramos sin que guarde una esencia de lo que en realidad creemos que es. No hay un orden que respalde todo aquello que nombramos, son simples concatenaciones de unos conceptos con los que hemos crecido y plantado la raíz en el mundo. No intento defender una postura solipsista, en la que el individuo queda relegado a su esfera, si que abogo por un perspectivismo, una ranura por el que vemos las cosas desde la condición humana (personal), sin olvidar nunca que esa es una condición que no permite ir más allá. Cuando me pregunto si amo a mi novia no tardaré en responder claramente con un si, pero ese concepto de amar tiene raíz en la vida, en mi vida y mi trato con ella a través de la misma. Será diferente al amor que sintieron mis padres o al que puede sentir un amigo con su pareja. Podré identificar a qué se refiere, pero el concepto, la definición, el simple "amar" del que me habla es en sí un total desconocido para mi. Esta postura ataca directamente a una infinidad de temas, no es fácil percatarse de su alcance hasta que uno es capaz de masticarlo. Sin duda alguna este es un esbozo de una idea que vengo semanas dándole vueltas, la cuestión del "lenguaje y realidad". Creo que esta entrada la volveré a escribir una, dos, tres veces o las que haga falta, pero he intentado dejar un rastro de lo que ahora mismo acontece en mi cabeza, y que de una forma u otra, a logrado inquietarme con fuerza desde hace una temporada, pese a que cada día mute, se reformule y brote un motivo que calme mis dudas, ese es el camino que ahora me inquieta, saber que clase de puente se dibuja entre el lenguaje y la realidad.
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4 comentarios:
sin simplificar el asunto, creo que primero debemos distinguir entre Lenguaje, como nos comunicamos, y lengua, que es lo que utilizamos para comunicarnos verbalmente.
Definir la realidad es un privilegio que tenemos los seres humanos.
en el resto, sigo meditando para expresar mi opinión ante la profundidad de las aguas sobre las que navegamos
Estoy estudiando el tema de la mano de diversos autores. El embarullo de ideas expuesto cobrará mucho más sentido una vez trabaje el tema. Ya estoy un poco más cerca.
Me gustaría que escribieras más sobre esto.
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