sábado, 8 de octubre de 2011

The King of Limbs: la semilla que brota.

Han tenido que pasar casi diez meses, para que la cáscara en la que se encerraba "The King of Limbs" crujiese. He tenido que estar jodido para templar mi espíritu y liberar las melodías ocultas. He tenido que viajar, al norte, donde el gris y el verde se entremezclan elevando el otoño, para exprimir su carácter. Como una naranja, colocada en el suelo, a la que golpeamos con una maza con todas nuestras energías, dejándola como una masa informe rodeada de líquido. Así ha sido este proceso de penetración, en una obra que ya tenía por descubierta.  Es un disco que oscila el sentimiento, el ajetreo, el caos, la dulzura, que tiembla y desvela, que muerde y agita, que engaña y noquea. Así es mi King of Limbs cuando la radio de mi estado anímico encontró su frecuencia.


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