Grecia representa buena parte de la base cultural de Occidente. Muchas ideas calaron en nuestra historia con gran importancia e influencia. Una de ellas fue la política. Allí en la polis comenzaron a darse modelos complejos de organización social, muchas de sus bases perduran en nuestros días. Lo consideraban un regalo divino, el fuego de Prometeo que robó a Zeus convertido en luz para gobernar. Prometeo veía injusto que el hombre naciese débil, sin garras y desnudo. Una de las metáforas de este mito es que el fuego representa la capacidad de gobernar y regentar a los pueblos para hacerse fuertes en el mundo, ya que el hombre por sí sólo no valía nada Pero da la sensación de que algunas enseñanzas claves han caído en el olvido para nuestros dirigentes actuales.
En la primera época de la política ateniense había una pirámide de poder dividida en cuatro grandes grupos: la aristocracia, la baja nobleza, los militares y por último los mercaderes o burguesía. Por otro lado la heibea o asamblea, formada por jueces externos a la pirámide de la que hablábamos . La aristocracia griega mantenía el poder más elevado, y gran parte de las importantes decisiones eran tomadas por ellos, eran los lacontes. Estos cargos sólo podían ser elegidos durante un año, sin posibilidad de reelección. Los griegos sabían muy bien de las implicaciones y poderes que podía desatar un organismo o persona de carácter público. Los lacontes, que eran la aristocracia griega que regentaba el puesto más elevado en la toma de decisiones estaba limitada a mandatos cortos y vigilada exhaustivamente de adquirir demasiada relevancia. Las personas, ya fuesen generales del ejercito, mercaderes, políticos o cualquiera que se hiciese demasiado fuerte y poderoso era juzgada en la asamblea de ostracismo. Les echaban de la ciudad diez años. Si alguien elevaba su posición y crecía hasta tomar una posición que pudiese concentrar demasiada fuerza era expulsada inmediatamente si la asamblea lo consideraba oportuno. De aquí se desprende una actitud de temor y cautela ante aquellos hombres que acumulaban demasiado estatus, demasiada fuerza, demasiado lo que fuese... Esto lo hacían por una sencilla razón, y es que no querían dar a nadie la posibilidad de convertirse en un tirano. La política era ejercida con rigor y bajo una virtudes cívicas, tales como la prudencia, justicia, moderación. La desmesura, el vicio y los excesos también eran condenados en caso de que empezase a pervertir a la comunidad... Hybris.
El modelo griego emana unas virtudes de excelencia que hoy perduran por su ausencia. Si volviésemos al modelo de la primera fase ateniense el estado sería un caos, han pasado 28 siglos y el mundo ha cambiado notoriamente, aún así creo que muchas de sus enseñanzas más fundamentales, que han caído en saco roto son esenciales para un buen despliegue de una organización más seria de la que nos tienen acostumbrados. Y el problema reside ahí, que nos han acostumbrado al conformismo, nos cuesta seguir todas las noticias políticas, nos agotan hasta el punto de que muchas personas me dicen que son más felices cuando no leen la prensa. Les comprendo. Y no lo hacen por un huir de la realidad, sino por el hastío, por la misma historia de siempre, porque se quieren preocupar de vivir y no estar metidos todo el día con la mierda al cuello. Eso no quita que de vez en cuando se interroguen y vean que la política se ha convertido en una ciénaga, llena de sapos que eructan... Creo que lo fundamental que nos legó Grecia ya forma parte del mito...
6 comentarios:
Algunas ideas sobre la política/políticos de estos días:
No hay ideas. Importa más el bando, de qué lado estés, que la idea, o el efecto. Es más importante que sea nuestro que apropiado, útil. ¿Alguien me puede explicar qué diferencia hay entre un socialdemócrata y un democristiano? Decía Ortega que ser de izquierdas o de derechas era una forma de hemiplejia moral.
Disolución del lenguaje. Las palabras pierden su significado, ceden ante la previsible intención del discurso. Para muestra, cualquier rueda de prensa de Leire Pajín o Dolores de Cospedal. Más ejemplos, cada vez que un político habla del "Estado de Derecho", que en Derecho, es la sujección de todos los poderes al ordenamiento jurídico.
La política como profesión. Desde las juventudes partidistas al escaño. ¿Hay servicio público o lo público pasa al servicio de estas personas institucionalizadas?
La distancia entre los representantes y los representados cada vez es mayor.
Sigue escribiendo.
Mucha razón tienes acróbata, enriqueces la idea. Un abrazo enorme.
Partidocracia see
no voteis!
Preciosa la analogía del fuego con la política. Magnífica y vibrante.
A mi me gustaría destacar la paradoja de "¿Quién vigila a los vigilantes?". Esa es la esencia de la democracia.
Para mí, el arte político se basa, sobre todo en Roma. En Grecia se sentaron las bases de las Ciudades Estado, pero eran comunidades cerradas, fáciles de gobernar autárquicamente y de experimentos políticos avanzados.
Roma fue el primer Estado. Y por ello la política que bebemos hoy viene de la región del Lazio. (Derecho Romano nada menos). El modelo romano se basa en "Primus inter Pares". El primero entre los iguales. Es decir, yo doy poder a un igual para que ejerza la respública (hecho público) por el bien común.
Este poder está delimitad en el tiempo y en sus funciones. Y tan elegante es aquel que cumple sus funciones públicas con eficacia, como aquel que, una vez cumplido su mandato, lo abandona con dignidad y sigue sirviendo al Estado en otro puesto o como ciudadano (civitas, civitatis). El civismo.
Hoy en día nos falta civismo. Primero para ser políticio, como para ser escritor, pensador o persona, hay que tener un bagaje de edad superior. No me valen ministros de 31 años, de 35 o de 40. Todo tiene tiempos.
En segundo lugar tu responsabilidad es tu cruz. Si lo haces mal asúmela. Es tu deber cívico. Tu deber para el ciudadano que delega en tí toda su responsabilidad.
La carrera política es el cáncer que corroe la política. Sobre todo cuando los mediocres medran y los brillantes se van al cementerio de elefantes del Parlamento Europeo.
No hay civismo. Quod quostodies ipsos quostodes?????
PD: No votar no es solución. Es la solución del cobarde. Del que se esconde. De la escoria.
Muy mediocre. discursos liberales idealistas sin entender las condiciones materiales son los que dominan actualmente. No sabeís por que lo haceis, pero lo haceis. Más de lo mismo.
Un arraigado al marxismo, es cierto la gran importancia de los bienes materiales, pero no quiero caer en ese tipo de reduccionismos. No entiendo lo de "No sabeís por que lo haceis, pero lo haceis. Más de lo mismo."
Publicar un comentario