Llevamos más de dos años empapándonos de términos económicos totalmente desconocidos para nosotros hasta el estallido de la crisis. La economía es realmente un tema de moda en el presente. Todo ellos es debido a la crisis endémica que atraviesa el sistema. Es curioso como en un mundo plagado de expertos pueda suceder lo que ahora está sucediendo. ¿Qué nos ha sucedido para que en nuestro sistema estalle una metástasis que parece no tener fin? ¿Cómo hemos llegado a esto? Las respuestas en este ámbito son múltiples, ninguna excesivamente concreta, nos llevaría numerosos volúmenes abarcar todos los factores y relaciones que están desencadenando el hundimiento de Occidente. Pero era la crónica de una muerte anunciada, no fueron pocos los que advertían que todo se iba al carajo, que vivíamos los últimos días de una cultura que caía en picado.
Tony Judt en su ensayo "Algo va mal" (Taurus 2010) nos relata como desde la caída del muro de Berlín en 1989 hemos ido hacia atrás, como los cangrejos. Las diferencias sociales han crecido en estos últimos veinte años, en países como EE.UU o Reino Unido. La caída del muro era la llegada de una panacea, dónde el capitalismo (bando vencedor) iba a dotar de derechos y oportunidades a un planeta que había sido hundido y humillado en las poblaciones soviéticas. Pero algo salió mal, pese a que muchos países pasaron de la extrema dureza de la vida, a respirar un poco más aliviados (véase el caso polaco), la realidad es que en la mayoría de países "avanzados", las clases medias sufrieron un severo retroceso, los pobres se hicieron más pobres y los ricos más ricos. La tesis del ensayo finaliza con una premisa muy sencilla, en los últimos 21 años, desde aquella caída simbólica del 89, no hemos hecho una mierda. Hemos tirado 20 años a la basura, sin saber muy bien la dirección que debíamos tomar, hemos desperdiciado tiempo, recursos, y propiciado un retroceso notable en las condiciones de vida de la población.
Que nadie se engañe al decir que la tecnología avanza, o que ahora tenemos tabletas e Ipod, la realidad de hoy es que hay más paro que nunca (más del 20% en nuestro país), la vivienda se ha vuelto un bien de lujo, las diferencias culturales han estallado en enfrentamientos y terrorismo, la clase política se ha acomodado y perdido todo ápice de excelencia, las multinacionales aglutinan más poder de decisión e influencia que los mismos estados, África sigue olvidada suministrando materias primas y sufriendo hambruna, la carrera armamentística es el principal punto de inversión planetaria, y el planeta en general se hunde en una deuda que parece no tener fin.
Pero la pregunta es, ¿con quién nos endeudamos? Cuando escuchamos que hay que comprar deuda de aquel país o de este otro, ¿quienes son los prestamistas?... El mundo se ha vuelto tan loco, que hoy en día los países están en venta. Salen a bolsa como si de una empresa se tratase, y grupos de inversores inyectan dinero en ellos con un alto porcentaje de intereses. Definitivamente nos hemos vuelto locos. Los 500 hombres más poderosos del mundo andan dejando dinero a los países cuando les viene en gana para que estos puedan salir a flote. La mercantilización del mundo, de estados completos en manos de un pequeño grupos de todopoderosos que poseen lo que países enteros necesitan. Islandia se ha negado a devolver la deuda contraída con bancos americanos, alemanes y holandeses, al encontrarlo un auténtico disparate.
Cuando España saca sus bonos a subasta, estamos pidiendo préstamos que vamos a tener que devolver el total de la población, a un alto interés, a un grupo de hijos de puta, que se han enriquecido a base de pisar la cabeza a los demás, privándoles de las necesidades más básicas. Empresas que por su poder e influencia han conseguido someter a la clase política, pagan el mínimo de impuestos en un complejo entramado de leyes, cada vez solidifican más su poder y hacen más global su alcance. ¿Tiene el mundo que responder ante semejante panda de hijos de puta? ¿De verdad me dicen que las cosas no pueden hacerse de otra manera?.
Claro, ellos te dirán que todo es muy complejo, que las utopías no existen, que si tienes una alternativa mejor que la digas, fundes un partido y acates tú mismo las reformas. Pero ni siquiera así conseguirás nada, ya que los mecanismos del sistema, el circo del sol, está montado para que los mismos siempre ganen mientras que los demás sean mano de obra barata o palmen de hambre.
No existe crisis económica, no existe escasez de recursos, lo que hace falta es cambiar la dirección en la que navega nuestra cultura. Nos han vendido que somos la élite de una gran civilización, nos han vendido que la globalización es un proceso que no se puede parar. Es cierto, no se puede parar, pero de ahí a imponernos la globalización neo-liberal que es una auténtica estafa y que ahora estamos pagando todos hay un mundo. Puedo parecer tremendamente pesimista, nada más lejos de la realidad. Pienso que el ser humano cuando navega en una dirección con propósito claro consigue sus objetivos. El problema es que no se quiere hacer, o que nos han comido la cabeza haciéndonos creer que las cosas son muy complejas. Es cierto que no son sencillas, pero no os dejeís embaucar por aquellos que dicen que las cosas no se pueden hacer de otra manera porque no me lo creo. ¡Claro que se pueden hacer de otra manera!
La economía, estoy cansado de esa palabra... que no deja de ser una ciencia bastante inexacta y que en los últimos años a mi parecer a quedado totalmente devaluada. ¿Cuantos nos advertían en 2002 que íbamos por mal camino, cuando tenemos tantos "expertos" en el tema trabajando en ello? La historia de esta crisis es tan sorprendente que cuesta creer que esté sucediendo. Es una crisis artificial, se arruinaron grandes empresas y bancos por un proceder sin escrúpulos y un afán por ganar más y más a base de poner en jaque a todo un sistema. El estado los rescató (ya me podrían rescatar a mi), y ahora nos dicen que trabajemos hasta los 67 años, que hemos sido unos irresponsables, que tenemos que trabajar más... ¡Anda ya! Si a mi o a cualquier otro se nos arruina el negocio cerramos y nos jodemos, ellos no. Tras esta falacia, tras esta gran mentira de la que salen beneficiados muy pocos pero mucho, estamos todos nosotros, y un mundo interconectado sometido a unas reglas e imposiciones absurdas planificadas por los mayores hijos de puta del planeta, que no quieren dinero, ya están forradisimos, sino algo mucho más palpable y abarcable: el poder.
Por eso, a la crisis económica subyace una crisis mucho mayor, que es una crisis de valores. La gente de arriba, KPMG, S&P, BP, Monsanto, Lookhed Martin, General Dimamics, grandes firmas y multinacionales... sustraidas de toda ética operan depravando todo lo que encuentran a su antojo, sin que nadie las pueda detener por el momento, pues ellas han creado las reglas del juego. Han sobornado, han prostituido las normas, los intereses y los bienes del planeta. Y su mayor éxito es hacernos pensar que hemos sido nosotros. Este es el reflejo del mundo en que habitamos.
¿Quereís soluciones? Pues yo no las tengo, pero estoy seguro que hay un montón de gente preparada que si tiene buenas ideas que aportar, pero no les dejan hablar, porque no interesa. Son demasiados ámbitos los que hay que tratar y yo no soy un experto, pero me niego a pensar que no exista gente capaz de hacerlo mejor, y sé que las hay. No son pocos los que llevan denunciando décadas los abusos y perversión de las democracias occidentales en manos de unos pocos.
Respecto a España quiero dejar por escrito algo. Me comentaba un amigo este verano, cuyo olfato admiro, que nuestro país dejará de ser lo que la mayoría hemos conocido hasta ahora una semana después del 20-N, día en que se celebran las elecciones. ¡Con fecha y todo os lo dejo!, el día en que se vea el verdadero pastel que este gobierno nos ha dejado, si las autonomías están arruinadas, ya veremos como se queda el gobierno central, cuando lleguen otros y descubran toda la panadería montada. Lo más duro será que ante terrible perspectiva y desolación, el gobierno se legitimará para tomar medidas drásticas que nos afectarán a todos directamente, una bancarrota que tardaremos un par de décadas en recuperar. Y como dijo nuestro ZP tras un debate: "buenas noches y buena suerte".