viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Qué ha pasado hoy en el CERN?


Esta misma tarde hemos recibido una noticia sorprendente. Un grupo de científicos del CERN (o LHC) creen haber demostrado mediante un experimento que existen partículas que viajan a mayor velocidad que la luz. Para los que andan un poco perdidos, esto significa llevar la contraria al propio Albert Einstein, que afirmaba que nada puede ir más rápido que la luz. Es como romper uno de los lazos sagrados de la física, violar un principio que hasta día de hoy se contaba como inviolable. Pero no caigamos en el periodismo facilón de los titulares, de que Albert Einstein está muerto (ya lo sabíamos), o que sus teorías son falsas. Vayamos poco a poco...

Lo primero que quiero aclarar es la palabra "paradigma", que usaré en la entrada constantemente. Para este contexto fue un término acuñado por Kuhn, él da hasta 17 definiciones en su obra, yo lo pondré más fácil. Entiendo por paradigma las bases sobre las que elevamos nuestro conocimiento científico. Existen varios cambios de paradigma a lo largo de la historia de la ciencia, desde Copérnico y la salida de la tierra como centro del cosmos, pasando por la mecánica de Newton, y acabando por la percepción de que el tiempo y espacio no son absolutos que nos legó Einstein. Todos ellos representaban una cambio en las bases de nuestro conocimiento a la hora de abordar la naturaleza. Esto pone de manifiesto que las teorías avanzan, unas se superan a otras integrándolas, y tarde o temprano se van viendo superadas.

 En principio todas las teorías científicas, son "falsables" (se vuelven falsas). Como decía Popper es cuestión de tiempo que una teoría sea sustituida por otra. Cuanto mejor es una teoría más tiempo tardará en ser sustituida. La pregunta es ¿por qué sustituir una teoría científica cuyas predicciones han sido siempre certeras?

La respuesta es sencilla. Una teoría suele emerger para dar respuesta a las cuestiones de una época, pero con el paso del tiempo los científicos siguen investigando, y cabe la posibilidad de que se encuentren con hechos que son incapaces de responder mediante la teoría dominante. Este es el caso de los agujeros negros por poner un ejemplo. Einstein predecía la existencia de agujeros negros, estrellas de gran tamaño que se colapsaban distorsionando el tejido espacio temporal en lo que los científicos llaman "singularidad". Pero nadie sabe qué es exactamente la singularidad, nadie sabe qué ocurre en el interior de un agujero negro, porque el aparato teórico del que se dispone no alcanza a explicar lo que sucede en esas condiciones tan extremas.


 Esto no es un una hecatombe del paradigma dominante. La aparición de pequeñas fisuras o ejemplos extraordinarios no obliga a abandonar un paradigma y tirarlo a la basura. No vamos a desacreditar a Einstein o a Heissenberg porque no sepamos que ocurre en la singularidad de un agujero negro. Se espera, a falta de tener herramientas mejores, para abandonar una teoría y ser sustituida por otra. Cuanto mayor sean los fenómenos naturales a los que no podamos dar explicación, más urge un cambio de paradigma.

Y esto es lo que ha venido pasando las últimas décadas, que se han ido acumulando casos que nuestra física actual no podía dar respuesta, es el caso de los agujeros negros, la supersimetría, la materia oscura, la energía oscura, los agujeros de gusano, universos paralelos, dimensiones extras... y esa tanda de conceptos con los que los físicos teóricos nos abruman, y que hace parecer más fácil creer en la Trinidad cristiana que en lo que ellos nos dicen.

A día de hoy parece que estamos en el umbral de un cambio de paradigma, que pueda aglutinar y resolver, todos los problemas de la pasada historia de la física... y los nuevos que aparecen. Esa será la teoría ganadora, aquella que aporte precisas predicciones sobre el mayor número de fenómenos, se elevará como la dominadora... o como paradigma dominante...

Puede parecer complejo, pero en realidad es bastante sencillo. Pongamos el ejemplo actual. Para medir los grandes acontecimientos del cosmos, la teoría de Einstein es la mejor herramienta que tenemos. Cuando Einstein irrumpió en la comunidad científica, su teoría presentaba una serie de novedades respecto a la anterior, no sólo lograba dar respuesta a los interrogantes que se habían acumulado en el pasado , sino también a los nuevos retos que la naturaleza nos ofrecía. A lo largo del siglo XX la teoría que manejamos se empezó a quedar obsoleta, y fueron acumulando en el armario una serie de fenómenos de difícil solución.

¡Lo que sucede hoy en día es que el armario está lleno! El CERN (un supercolisonador de partículas, o para ponerlo más fácil, un supermicroscópio) era la esperanza de poder ver la realidad de una forma nunca vista antes, lo diminuto de lo más diminuto. Hoy se ha visto una partícula viajar a mayor velocidad que la luz, pero era tan pequeña y esquiva que jamás lo habíamos podido comprobar. Comparado con el FERMILAB americano, el CERN es mucho más potente, ya que puede acceder a una escala de lo diminuto nunca disponible hasta ahora... y se espera que arroje resultados novedosos que iluminen el camino para el avance de la física como el de hoy, porque este sólo ha sido el primero. ¿Significa que tenemos ya una nueva física? ¡NO!

Una nueva teoría física no sale con facilidad, no se inventa de la noche a la mañana, hacen falta resultados y un genio que sea capaz de crearla, y creerme que como Einstein hay muy pocos... Por lo tanto estamos a las puertas de lo que podría ser un cambio en nuestra concepción del cosmos y de entender el universo.

Dicho todo esto, lo que está sucediendo es que el CERN empieza a arrojar resultados comprobables de que el antiguo paradigma se equivocaba en una de sus vacas sagradas, y esa vaca que ahora sangra, es la que afirma que nada puede viajar más rápido que la luz. La noticia ha salido esta misma tarde, y todavía tenemos que ser muy cautos a la espera de que se comprueben los resultados. Además, poner en evidencia la teoría de la relatividad de Einstein, no significa que tengamos el aparato teórico para que se dé un cambio de paradigma. Sin duda es un gran avance, una gran noticia que pone de relieve que el universo es mucho más complejo (aún más) de lo que esperábamos.

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