miércoles, 19 de marzo de 2008

Apología del videojuego

Cansado de escuchar tonterias acerca del maravilloso mundo de los videojuegos me propongo a dar mi humilde opinión respecto a este tema. A lo largo de la historia el hombre ha tenido diferentes formas de expresar lo que lleva dentro, de plasmar su logos en diferentes ámbitos para señalar aquellos aspectos de la
vida que veían con peculiaridad, ya sea como motivo puramente contemplativo, religioso e incluso funcional. El hombre ha ido haciendo y deshaciendo, y en todas las culturas de todos los tiempos ha emergido una necesidad representativa de su sentir en el sentido más pleno. Hay culturas que lo han llevado mejor que otras, personalmente prefiero el arte griego que el fenicio, y dependiendo de gustos y sensibilidades tendremos nuestras preferencias. Ya Sócrates señalaba que la poesía era medicina del alma, al igual que la música. Su discipulo Platón tambien tuvo mucho que decir sobre el tema, y en general muchísimos filósofos han expresado sus ideas y concepciones entorno al arte. Ninguno ha sabido definir con total precisión lo que es el arte. Evidentemente definir significa poner límites, por lo que nadie ha conseguido establecer los límites del arte. Hegel y su idea del fin del arte, en la que señalaba que el día en que cualquier cosa sea considerada arte ,este se acabaría, lo que me recuerda todo el tinglado que se monta alrededor de ferias expositivas de mierda como Arco, donde los modernos y no tan modernos tienen la necesidad de sacar su estupidez abstracta en un absurdo, retroalimentado por las galerias que dicen lo que es arte o no. En estos casos el artista se aleja del espectador, el galerista elige que obras van a triunfar y se lo sirven a un gran público que no entiende nada (porque no hay nada que entender) y se ofuscan en la complejidad y el apoyo de unos textos. De esto también habló Adorno, la mercantilización del arte. Hoy en día no triunfa el artista, triunfa lo que las grandes galerias quieren que triunfe, y aún así es un triunfo bastante casposo en algunos casos. El símbolo es arte (forma más elemental de arte según la estética hegeliana), la escultura es arte, la arquitectura (pese a su carácter funcional como indica Schopenhauer) es arte, la musica es arte, el teatro y la representación es arte, la pintura es arte, el cine es arte... Parece que hay numerosas formas artísticas que nadie pone en duda, al menos en cuanto forma, no hablemos de contenido. No hallo la misma carga estética en una sinfonía universal de Bach que en Chenoa, habrá quien me lo discuta, quien me diga que a él le gusta más Chenoa, y le respetaré, pero tambien pensaré que esa persona tiene menos sensibilidad que un taco de madera. Ante las numerosas formas de reconocimiento artístico que se han ido desarrollando a lo largo de la historia aparece el videojuego. Lucecitas y marcianitos para niños pegados a la pantalla con riesgos de padecer ataques epilépticos... ¿Quién se cree esta mierda? Los videojuegos tienen una música, un diseño artístico, caracterización de pesonajes, inmersión en un mundo y desarrollo de posibilidades vitales. Si ya algunos personajes de Goethe veían el teatro como una oportunidad de ser lo que no les ha permitido el mundo, los videojuegos lo hacen igual. Encarnamos un personaje y nos aventuramos en una historia o guión, en el que nosotros dependiendo de la calidad artística podremos saborear con mayor o menor intensidad. En el momento actual algunos superan esas barreras, sobretodo aquellos en los que el juego es una propia comunidad de pesonas que le dan vida y desarrollo. A través de nuevas herramientas como internet hemos llegado a crear auténticas comunidades reales de personas, aunque tu seas un pixel no es mas que otro cuerpo, porque hay un espacio real y auténtico, aunque ese espacio sea no físico, y el que anima al personaje es una persona real de carne y hueso, que aunque esté a miles de kilometros de tu casa te lo encuentras e interactuas con él. Al igual que pelis de mierda y exposiciones de mierda también hay juegos de mierda, yo eso no lo discuto, pero por favor, abandonemos esa prehistórica, cerrada, limitada e infantil visión del videojuego, que curiosamente suelen defender los que nunca han tenido un mando en sus manos. No todo el mundo le ha dado la espalda a este tipo de arte, que algunos lo encierran en la jaula del ocio. La orquesta sinfónica de Londres ha ofrecido numerosas actuaciones de la musica que acompaña a los mismos, Miyamoto es un hito de la cultura mundial que la mayoría de gente desconoce, pero su legado es muchísimo mas valioso que el de grandes directores, músicos, escultores... Sobretodo si nos referimos a artistas contemporaneos. Sin ganas de atacar o dinamitar las diferentes formas artísticas de las cuales yo bebo con frecuencia, sólo pido una reflexión y punto de seriedad a la hora de tratar este nuevo genero artístico, que quizás con los años se vuelva la obra de arte total, buscada en su dia por autores como Wagner, Nietzsche u otros muchos más. Esperemos que con el tiempo la tecnología no acabe atrofiando la originalidad de los mismos, al igual que las pelis actuales que se preocupan más por los efectos especiales que por el guión, cuando antaño tenian un magnífico guión y unos medios técnicos insuficientes. Siempre habrá de todo, ya es hora de abrir al menos un hueco a los videojuegos, como parte de nuestra cultura, de la que nadie es dueño sino observador.

martes, 4 de marzo de 2008

La ballena azul


La ballena está llena, porque va llena,

está llena de odio,

porque los arpones marineros,

están acabando con ellas.


Quizás nadie respete a la ballenas, quizás nunca lo hagamos, pero ellas tambien nos hablan, y nos escuchan. El otro día comenté a mis amigos que la ballena azul era el ser mas grande que ha habitado en la historia de la tierra, por delante de competidores tan duros como el apatosaurus, el diplodocus, el megalodón, el allosaurus o el mamenchisaurus.

Todos ellos sucumben a la masa corporal de la ballena azul. Impresionante. Sólo decir que la cría pesa unas tres toneladas al nacer, es decir, como un rinoceronte negro africano en edad adulta. De mayor no se lo que pesan, nunca he tenido una, aunque se calcula que unas 130 toneladas... Pero al margen de datos que nublen la verdadera magnificiencia de la ballena, observémosla y disfrutemos.