lunes, 1 de diciembre de 2008

Esbozo del romanticismo.



Atrévete a sentir, giro "al sentimiento", los sueños de la razón producen monstruos, y las promesas de la Ilustración caen en la desgracia, el hombre se hace un hombre de límites.Hacer un breve esbozo del romanticismo no es tarea fácil, diría casi que imposible, aún así podemos señalar algunos aspectos característicos del mismo, sin tener intención de abarcarlo todo. El romanticismo es una época que cambia la visión del hombre y su puesto en el cosmos. Heredero de una filosofía idealista y racionalista, se da un giro en la perspectiva del hombre, caen los soportes del proyecto ilustrado y se cede mas importancia a la imaginación, a la idea. Ya no hay un soporte universal de la realidad, y aunque la razón nunca se abandona del todo, si se eleva de categoría el sentir. El individuo sale de la esfera del orden racional, nace un subjetivismo y una interioridad que hasta ahora no tenían espacio. El hombre siente, y ese sentir se eleva sobre los modelos racionales del pasado. Pero es un hombre que habita una naturaleza, y digo habita porque los ojos del hombre miran lo natural como algo orgánico, vivo. Habitamos en la Tierra, frente a la visión mecanicista y calculadora Natura se revela, y el individuo poco tiene que hacer con las fuerzas entrópicas que es capaz de revelar. Aunque el Romanticismo se desarrolla plenamente en Alemania, también emana en otros países, y con múltiples características.

Podemos hablar del romanticismo de la luz, del romanticismo negro o del crepúsculo... Cada uno de ellos desarrolla unas facetas y dan una visión del mundo concreto con sus matices. Hablar del romanticismo reduciéndolo a un periodo histórico no tiene sentido, pues sus brazos han seguido el pasar de los siglos hasta nuestros días. Hoy podemos hablar de tecno-romanticismo por ejemplo, y sus señas de identidad son mucho más numerosas de lo que creemos. Podemos verlo en la literatura, el cine, o la arquitectura de algunas ciudades, pero sobretodo en las nuevas tecnologías y en el transhumanismo, donde el hombre ve en la tecnología una posibilidad de expander límites. Es un espíritu latente y presente, una forma de ser y de vivir, el viaje, la noche, la búsqueda de uno mismo. Una buena forma de empezar, Novalis.